martes, 8 de marzo de 2016

El destino de la Diosa

El Templo de Artemisa, considerado una de las 7 maravillas del Mundo Antiguo y construido en el 550 a.C,  fue lugar de culto de la diosa griega de la fertilidad, la caza y la guerra. Los datos históricos confirman que fue un punto geográfico de adoración a la deidad femenina, mucho antes de su construcción, en ese mismo lugar, se veneraba a la diosa madre desde tiempos inmemorables.

El templo fue destruido en un incendio y Éfeso pasó cientos de años sin él, pero el culto a la divinidad de la mujer seguía siendo tan grande, que pese a los inclementes esfuerzos por extirparlo, fue imposible y hacia el s. XIII se difundió el rumor de que la Virgen María había pasado sus últimos años en la ciudad. Así pues, los cristianos intercambiaron el culto de la diosa por una nueva deidad femenina, pero ya no era la de la fertilidad y la guerra, ahora, era la representación ideal de la mujer cristiana: virginidad y obediencia. ¡Nos cambiaron la caza por la casa!

Cuando llegué a aquel lugar fue inevitable sentir una profunda nostalgia ¡A nuestros días llegó solo una columna!  Y esa columna se erige representado nuestro aplastamiento y la remisión de nuestras ascendientes al espacio doméstico, a los recintos privados y a la vida pasiva. Una sola columna que brilla como símbolo de la caída de la diosa y el advenimiento de la religión monoteísta y patriarcal. Y no pude dejar de pensar: ¿Cuándo Dios se volvió hombre? ¿Cuándo dejamos de luchar? 

Imagen de Berta Artigal
El día de hoy quiero reflexionar brevemente sobre el legado de algunas mujeres y compartirles algunas imágenes, entrevistas, música, cartas y vídeos que podrían servirles como a mí, de inspiración:

En el siglo XIX Virginia Woolf se lamentaba “Son pocas las mujeres graduadas de las universidades…” y defendía nuestro derecho a trabajar por nuestro propio dinero y a viajar, animaba a las mujeres a salir de sus casas, a tener un cuarto propio, a tener aventuras para tener otros temas para conversar y sobre todo para escribir, más allá de sus clausuras domésticas. Miles de años atrás, la mitología griega nos recordaba a Las Amazonas,  escondidas en el mismo templo de Artemisa huyendo de Hércules, mujeres guerreras, nómadas, que vivían vidas plenas y libres. Pero para el tiempo de Woolf, éste tipo de mujeres eran solo eso, un mito ¿Qué pasó?

Woolf puso de manifiesto nuestra necesidad de independencia y erudición.

En la famosa "Entrevista" a Hanna Arendt, la primera pregunta de su interlocutor fue cómo se sentía al desarrollar una profesión masculina. Sí, hace unas cuantas décadas ser filósofo era cuestión de hombres. Antes de abordar cualquier tema trascendental, filosófico, teórico o político Hanna rió y explico amablemente a su interlocutor, que ni le importaba, ni era filósofa. 

Arendt nos invitó a ser ilustradas e irreverentes. 

En el año 1903  Emmeline Pankhurst, recientemente interpretada en Suffragette por la magnífica Meryl Streep, fundó un movimiento político homónimo que luchaba por la reivindicación del derecho al voto de las mujeres. Costó sangre y lucha lograr que se nos reconociera este derecho civil básico, aunque ya desde el 1789 se gritara por toda Europa “Liberté, égalité, fraternité”, para los hombres, claro está.


Pankhurst cacheteó una adormecida sociedad británica y la presionó hasta obtener un derecho político necesario para el desarrollo de una verdadera democracia.


La Viena de 1900 fue sacudida por Alma Mahler, una mujer que destacaba por su belleza, elocuencia e inteligencia y cuyo paso por la historia estuvo marcado por sus amoríos, entre otros, con Klimt, Burckhard y Zemlinsky y sus matrimonios con Mahler, Gropius y Werfel. Fue musa que generó gran inspiración en diferentes artes pero en mi concepto debemos estarle eternamente agradecidos por inflamar el corazón de su esposo y legarnos a la humanidad una obra como la Quinta Sinfonía de Mahler y su Adagietto. Y aunque en nuestros días aún genera escándalo, Alma reivindicó el derecho femenino a tener una vida amorosa plena y apasionante saltando el sagrado mandamiento de la pureza y de la inocencia y menospreciando el señalamiento social del que fue víctima. Alma no tuvo una vida amorosa mucho más fértil o intensa que la de cualquier hombre de su época.

Alma reivindicó nuestro derecho a "acostarnos" con quien nos de la gana y a amar o no, siendo fieles a nuestros sentimientos.

Solo hasta 1964 Kathrine Switzer se atrevió desafiar a los organizadores de la Maratón de Boston y se coló al obtener un número usando sólo sus iniciales en la inscripción. Corrió sin parar a pesar de que fue insultada en repetidas ocasiones y el mismo organizador de evento la agredió físicamente.

Switzer demostró "científicamente" que el útero no se cae, y que no nacen vellos faciales por correr.

Woolf, Arendt, Pankhurst, Schindler y Switzer, son representantes de la lucha por la igualdad en la educación, en la representación civil y en la libertad social. Podríamos pensar que traerlas hoy al discurso es anacrónico y repetitivo, pero estamos tan inmersas en desigualdades especialmente de orden social, moral y económico y en tantos estereotipos que es imposible pasar este día por alto, sin recordarnos a nosotras mismas que:

  •      Hoy una mujer no es líder, si no que es "mandona".
  •      Ni en Alemania las mujeres tienen los mismos salarios que los hombres.
  •      Solo un 13% de los cargos directivos en Europa son ocupados por mujeres.
  •      Las principales religiones del mundo siguen sin aceptar liderazgos femeninos, alegando aún  razones de impureza o inferioridad mental, espiritual y/o emocional.
  •    Los micromachismos ocupan la vida cotidiana y nosotras mismas los pasamos desapercibidos.
  •     Aún hoy existen en el mundo la ablación, el matrimonio infantil, y la inexistencia civil de la mujer.
  • Imágen publicada por Adriana Herrera
  •     Hace 2 semanas mataron a 2 turistas argentinas en Ecuador, y además del hecho trágico que es la muerte violenta, se puso de manifiesto, una vez más, que una víctima mujer, además de ser víctima es siempre culpable y como ya sabemos, ser dos no les alcanzó para no “Estar solas”. Guadalupe Acosta hizo temblar nuestros corazones con: Ayer me mataron.

Describir la impotencia ante estos y muchos hechos reivindica que la sonrisa dócil y el comentario complaciente con el que fuimos educadas no nos llevará a alcanzar la igualdad política, económica y social con respecto a nuestros compañeros de planeta.

Mi intención no es victimizarnos, pero sí quería hoy, sobre todo hoy, recordar a las mujeres que un día hubo una diosa que nos representó en el Olimpo y nos caracterizó aguerridas y dadoras de vida, y que está solo en nuestras manos, continuar el legado de tantas que han desafiado los paradigmas de su tiempo, y han desafiado a su respectiva sociedad temporal en búsqueda de la igualdad.

¿Y nosotras? ¿Qué estamos haciendo?  ¿Éxiste en nuestra cotidianidad la lucha reivindicativa? ¿Tenemos los oídos abiertos? 

¡Feliz día!

jueves, 10 de diciembre de 2015

Carta de Agradecimiento a un Hacedor de Paz

Imagen tomada del libro "Veinte Años de Música Viva"


Conozco a Juan Guillermo Ocampo desde que tengo 11 años de edad. Lo escuché hablar de música, transformación, amor, humildad y servicio a los demás. Carismático, lleno de vida, sueños y esperanza.

Medellín estaba vestida de luto, llena de violencia y desesperanza. Un hombre como “JuanGui” solo podía entenderse como un loco. ¿Llevar música clásica a las comunas de Medellín? ¡Ideas de locos inconscientes!

Año tras año lo vi luchar, visitar barrio por barrio, convencer a los líderes de las acciones comunales, buscar recursos, buscar niños casa por casa, puerta por puerta, convencer a empresarios y políticos…de que tal vez su locura, de que tal vez su idea, no era tan descabellada. Vi como lo llevaron mil veces a la palestra pública a explicar sus “insensateces”. Vi como una orquesta sinfónica enorme compuesta por niños y niñas de Medellín era tildada de antimusical, antiestética, antipedagógica y anti-anti...

Sin embargo, lo que más vi fue su enorme espíritu de lucha, su decisión y su amor incondicional por Medellín. Juan Guillermo cree en el ser humano y en su capacidad de bondad y por eso, lo único que hizo fue llenarnos de ilusión y sueños. ¡Sí! Juan Guillermo Ocampo nos enseñó a soñar, a ser libres, disciplinados, apasionados y a pensar que todo era posible de realizar. Ah bueno… y por el camino, aprendimos música.

La Red de Escuelas de Música de Medellín nació como el propósito de vida de un filósofo, soñador, trabajador social. Que además fue muy testarudo y muy terco y fue capaz de convertirla en un proyecto de ciudad.

La Red NO nació de los acuerdos municipales 03 y 04 de 1996. Nació como un movimiento desde la sociedad civil, liderado por un individuo que supo articular las necesidades de Medellín con su deseo de servir y su amor por la música.
La Red no se generó de manera espontánea, nació de un trabajo arduo, sensato, dirigido y estratégico. Los acuerdos municipales no nacen gracias a un soplo divino, mucho menos en la década de los noventas.

La legislación Colombiana acoge el Derecho de Paternidad, como el “reconocimiento de la paternidad del autor sobre la obra realizada”. Es un derecho consagrado dentro del Derecho de Propiedad Intelectual y nace, como todo el ordenamiento jurídico, de la búsqueda de justicia dentro de la sociedad. Porque justo es, que el autor de una obra sea reconocido porque impregnó en ella su conocimiento y espíritu, creando una nueva obra para su comunidad producto del esfuerzo de su intelecto. Claro está que hablar sobre la obra intelectual y material de alguien sin siquiera mencionar su nombre, además de ser de mal gusto y muestra total de falta de respeto, es un atropello a un derecho legítimo del individuo.

Y es que la Red de Escuelas de Música de Medellín es fruto del intelecto, filosofía, amor y de la creación de Juan Guillermo Ocampo. Quien no solo tuvo una idea, si no que la desarrolló, llevó a la vida y la proyectó a un punto inimaginable para todos nosotros. 

Nos falta humildad en Medellín para reconocer las obras de la sociedad civil, de los transformadores sociales, la labor de construcción del ciudadano.

Querido Juan Guillermo,
Lamento que Medellín no reconozca tu labor y obra, no solo en la realización humana y transformación social de nuestra ciudad, si no en la formación de músicos y artistas para todas las instituciones que conforman su sector musical.

Una generación entera de jóvenes de Medellín te reconocemos como padre, fundador de la Red de Escuelas de Música y hacedor de sueños y esperamos que se haga justicia en el reconocimiento de tu labor.

Gracias por darnos tanto, gracias por creer en los que nadie creía, gracias por llenar nuestros corazones de idealismo y lucha.

Gracias Juan Guillermo por hacer tanto por esta ciudad desagradecida que estará eternamente en deuda contigo. Porque no solo se necesitan programas de desarrollo institucional, se necesitan líderes comprometidos, con visión, amor y entrega total como tú.

domingo, 13 de septiembre de 2015

¿Escote o burka?


Fotografía tomada a la vitrina de un almacén de moda en Ankara - Turquía

Estando en una mezquita de Estambúl, un guía turco explicaba a un grupo de turistas británicos, con mucho orgullo, que la República de Turquía era un país laico, 10 minutos después, les contó con el mismo orgullo que practicaban el Ramadán (ayuno diario desde el amanecer hasta el crepúsculo) por razones espirituales. Me quedó claro, Turquía es un país laico, tan laico como la bendita Colombia consagrada al Sagrado Corazón de Jesús.

El guía también explicó que Turquía tiene una sociedad liberal y que no confundiéramos a las mujeres cubiertas con la burka como turcas... ellas son árabes, enfatizó, "solo las turcas muy tradicionales se cubren el pelo con velo, y el cuerpo hasta las muñecas y tobillos, pero porque quieren". Quería dejar muy claro a los extranjeros que ésta no era (ya no) la cultura sobre la que se fundó su república.


NOTA MENTAL: Claro es, que hoy  medimos el avance cultural e intelectual de una nación  por los valores y libertades igualitarias que brinda a sus mujeres, minorías étnicas, grupos LGTB y a los animales, entre otras cosas; el machismo, la xenofobia, la homofobia y el maltrato animal son signos claves de una sociedad decadente, atrasada y retrógrada.


Por eso el guía quería dejarlo muy claro: "las mujeres turcas son libres".  Sin embargo, es común ver muchas burkas y velos cubriendo miles de mujeres en las calles, y esa sensación puede dar dolor de estómago a las mujeres que vivimos en una lucha reivindicativa por la igualdad. 


Luego recordé que viví esa misma sensación caminando por las calles de mi ciudad...viendo escotes de silicona hasta el ombligo, bronceados artificiales, minifaldas con plataformas y cinturas amarradas a la fuerza con liposucciones. También en Medellín nos creemos libres, no influenciadas por la narco-estética. ¿Y dónde está la escala de valores que determina nuestras preferencias? ¿Es elegida por las mujeres, o por los hombres que deciden cómo prefieren vernos desfilar por las calles? ¿Ocultar nuestra belleza? ¿Exhibirnos como a caballos de paso fino?


Indagando sobre el tema descubrí una anécdota muy especial, y es que "Ataturk", el emblemático fundador de la república turca,  en su afán por quitar el velo a las mujeres del naciente país, dictaminó que: "Con efecto inmediato, todas las mujeres turcas gozan del provilegio de usar la ropa que prefieran,sin embargo las prostitutas están obligadas a usar la burka." Al día siguiente no se vio una sola mujer con burka en Turquía. Por eso el énfasis del guía, finalmente, esta hazaña es un orgullo patrio. 


Conocí mujeres turcas maravillosas, instruidas, liberales y emprendedoras, así como conozco miles de colombianas, españolas, alemanas, australianas... ¡luchadoras y aguerridas!


Es que el problema, creo, no es el escote o la burka, sino nuestra capacidad de elección consciente, de auto-determinarnos como mujeres independientes, y de aportar al desarrollo de nuestras naciones y del mundo con pleno entendimiento de nuestra posición social, de la victoria de los derechos ganados y del reto constante de las igualdades por alcanzar.


PD. Hace unos días vi a la primer mujer pilota en un vuelo comercial, sí ya sé, hay muchas, nunca me había tocado... y fue en Estambúl ;)

jueves, 29 de agosto de 2013

Y ¿Nosotros?

Dejé una España partida en la indignación, desilusionada y cansada. Absorta en las marchas, protestas, en los gritos y la impotencia de los que están perdiendo lo que logró siglos construir….volví a una Colombia plagada de desigualdad social, llena de gente que tiene que ganarse el sustento mínimo a días enteros de sol y agua, una sociedad que aprendió a convivir con la violencia, la desigualdad, el terrorismo, la corrupción, el narcotráfico. Vivimos en una guerra civil que ha perdurado  más de 50 años, todos tenemos una historia trágica un recuerdo que parece una pesadilla: un secuestro, un asesinato, una bomba. Para poder avanzar como individuos y como colectivo tuvimos que olvidar, y para olvidar tuvimos que hacernos indiferentes, y para hacernos indiferentes hemos recibido un riguroso entrenamiento que consiste en aprender a escuchar noticieros plagados de asesinatos y extorsiones, aprender a ver gente en la calle consumida por las drogas, aprender a no salir solo en la noche, a desconfiar…y a no llorar frente al televisor.
Hoy el pueblo Colombiano está indignado en pleno, y eso es mucho decir! Decidimos dejar de  olvidar, de salirnos del entumecimiento de la indiferencia… y la respuesta es muy simple, hoy están tocando algo que sí nos duele a todos y que no podemos olvidar: nuestros ancestros.
Sentimos que nos quitan lo único que nos queda: la tierra. Y con la tierra vemos llorar a los campesinos, y con los campesinos lloramos a nuestros abuelos, a nuestra historia, a los pisoteos del primer mundo…
Mi orgullo más grande es decir que mi abuelo cultivó las tierras de Antioquia, y como él la mayoría de mis antepasados. Somos un pueblo que ha vivido de la tierra, y hoy pareciera que no podemos ser indiferentes ante todo.
Y ahí viene mi reflexión, ¿vale la pena haber decidido dedicar mi vida a la música, al arte, a la exaltación de la belleza, la estética y la profundidad humana? ¿Un pueblo que muere de hambre e indignación puede pensar en bellezas y estéticas? ¿Qué sentido tiene buscar el arte en medio de la violencia? ¿Podríamos hacer cosas más útiles para el mundo que nos tocó?
Pues queridos amigos artistas, somos lo último que le queda a la sociedad en medio del caos, el dolor y la crisis. Debemos asumirnos como persistentes dadores de esperanza. Nuestro trabajo consiste en servir, conservar lo bueno de las almas de los hombres, reflejar sus inquietudes espirituales, nutrir su intelecto, sus emociones.
Hacer música en medio de la violencia, el llanto y la desolación es alentar a los pueblos a que  luchen sobre la injusticia y recuerden lo efímero de nuestro paso por el mundo.
Aporto al mundo, con absoluta convicción lo único que he aprendido a hacer: luchar con y por la música por construir un mundo mejor! Las artes del espíritu están llamadas a hacer presencia en la transformación. Dijo Bernstein: “esta será nuestra respuesta a la violencia: hacer música más bellamente, intensamente y devotamente como nunca antes”. 

viernes, 17 de mayo de 2013

¿Volverá?

Para Juan


Concéntrate bien, porque esta historia que quiero contarte requiere un poco de abstracción y de imaginación.


Polifonía de pensamientos en 5 segundos: -Creo que lo extrañaré siempre -como es propio de la naturaleza humana, si no lo hubiera perdido no me hubiera dado cuenta de lo importante que era para mí -Tal vez no hubiera hecho nada productivo con él,      -pero... era mi derecho -era mío, por otorgamiento divino, desde mi nacimiento -espero que regrese algún día -lo recuerdo de vez en cuando -a veces me pongo obsesiva -pudo haber sido el mejor de mi vida -no sabía que lo iba a perder, - no sabía que se podía.

Todo sucedió en el 2010. Tomé un avión que me llevó a Panamá, otro desde Panamá a Los Ángeles -EEUU, y finalmente otro desde Los Ángeles hasta Brisbane-Australia.
Ahí todo seguía bien, había hecho un viaje largo, había salido un Viernes y había llegado un Domingo. No pasa nada, pensé al principio. Es simplemente por la diferencia horaria.


Cuándo entendí que tenía un Sábado perdido en alguna parte, comencé a desesperarme... Y dónde quedó el Sábado???? Ya sabía desde antes que había tomado el vuelo comercial más largo del mundo (no sé si todavía lo es). -para llegar a Australia desde América, puedes hacerlo desde EEUU, Chile o Argentina. Salí de Colombia con una diferencia horaria de 15 horas en el pasado respecto a Australia. Entonces eso era, había viajado hacia el futuro! Y no el futuro metafórico de la vida, el futuro real, presente, palpable? dejémoslo en futuro.


Este vuelo -por sus características particulares- vuela en dirección contraria a la rotación de la tierra. -Sí, como Superman cuando viajaba en el tiempo-. Pero y el Sábado? Volvámos al Sábado. Me tranquilicé, explicándome a mi misma que ese Sábado volvería en cuanto regresara a Colombia. Tomaría el mismo vuelo desde Brisbane a Los Angéles, de allí a Panamá y de Panamá a Medellín. Lo haría igual, exacto, meticuloso, que no se me fuera a perder ni una hora! Ese Sábado sería mío de nuevo y nadie podría evitarlo.


Entre tanto, las cosas no salen como uno espera, no pude tomar ese vuelo, que me devolvería ese día,tuve que viajar a Madrid,  y cómo en toda película de acción clichesuda, no puede sostener a mi sábado, se me resbaló de las manos y cayó al precipicio.


Tomé otro vuelo, de Brisbane a Dubai, y de Dubai a Madrid. En Madrid, pensé, no pasa nada, aún puedo recuperarlo, solo tengo que volver a casa al revés, digo, al derecho. Pero otra vez fue imposible y terminé viajando desde  Madrid a Medellín... Perdiendo irremediablemente a mi Sábado.


Cuando pisé mi ciudad entendí que ya no tenía como recuperarlo. Tendría que darle la vuelta al mundo, al revés, o sea, al derecho de la rotación? Hoy soy un día más vieja, y con un día menos vivido. Si a alguien no le importa y tiene un Sábado que le sobre y no sepa qué hacer con él se lo recibo...


No es que sea obsesiva, simplemente no dejo de pensar en él…

domingo, 10 de febrero de 2013

Un recuerdo, un libro, un virtuoso.

 
 
 

Ya había pasado por loca unos días atrás, cuando metida en el metro empecé a llorar mientras leía una narración muy novelesca del estreno de la resurrección de Mahler. Un hito histórico muy contrario a la mala aceptación que hasta el momento tenían sus obras. Cuando me empecé a secar los lagrimones, bajé el libro, y vi como unas cuantas personas me miraban fijamente… -No me quiero ni imaginar las caras de loca posesa que estuve haciendo-.

Esta mañana me levanté temprano para ir al auditorio, tomé el libro que me había acompañado durante un par de semanas,- feliz porque me faltaban sólo dos capítulos-. Me metí al metro (mi sala diaria de lectura) y lo abrí, comencé la lectura muy nerviosa, porque sabía que  me aproximaría pronto al momento de su muerte.  Terminé el capítulo justo cuando llegué a la estación de destino, y lloré subiendo las escaleras eléctricas. – Perdimos a Mahler-.


Hace dos días, tuve que hablar para unas 40 personas, un tuve muy tuve, pero era un deber.  En pocos minutos, aproveché la escena para hablar un poco de mi filosofía de vida a través de la música. O  más bien, de la transformación en la escala de valores de la música clásica que viene en ebullición desde La América.  Hablar, reproducir, edificar y trabajar todos los días en pro del optimismo por la humanidad es muy difícil y para muchos absurdo...


De vuelta al auditorio, vi como un violinista más joven que yo, derritió a la audiencia completa, fue ovacionado con estruendosos aplausos, haciendo por clamor general  dos bises!  Decidí quedarme backstage esta vez,  solo porque de verdad necesitaba terminar el libro con urgencia. Aproveché para escuchar schönberg en vivo mientras devoraba el libro, y recordaba la preocupación del propio Mahler  días antes de su muerte, sobre la suerte del joven compositor.  Me encanta pensar, que hoy, que ya sabemos el final,  Schönberg es Schönberg y Mahler,  Mahler. Tras la puerta del escenario  un auditorio entero escuchaba una de las orquestas europeas más consolidadas, interpretándolo, ya habitualmente, como grande y consagrado.

Mahler me encantó, desde el principio, su música, su energía, su pasión…recuerdo cuando toqué su primera sinfonía y las circunstancias de mi vida en aquel entonces. Pero ahora estoy fascinada por su humanidad, por sus sufrimientos y su visión del mundo, Mahler el hombre.


Después del concierto, el violinista salió del camerino (después de que decenas de personas fueran a felicitarlo), ya de sneakers y jeans. – ya eres una persona normal- le dije en tono de broma, mientras seguía con mi libro abierto. Salía del camerino dónde había dejado un puñado de señores muy elegantemente vestidos, que le esculcaron el violín y las manos.  Yo seguía leyendo mi libro… escuchando los ecos de Schönberg. –Que estás leyendo? Me preguntó. Te gusta Mahler?  Respondí.- No sé, dijo. Creo que nadie puede sentir tanto. Me parece que es exagerado.  Debió haber sido la cara que hice (esas que no puedo ocultar nunca). Se puso rojo y trató de explicarse: Es muy fuerte, muy grande, muy doloroso, muy masivo, muy forzado… -Es verdad, le dije. -por eso lo amo.  Después lo felicité por su gran actuación y le desee mucha suerte en el camino de éxitos que tiene y tendrá. Se lo llevaron los señores de trajes caros… Me miró con cara de que quería irse a comer una hamburguesa con papas fritas, y simplificarse...  Siempre he pensado que los verdaderos artistas huyen de alguna manera de las excesivas adulaciones y formalismos en los que se ven continuamente envueltos. Sin embargo, los más inseguros de su arte o de si mismos, son los que viven encantados con las ordas de aduladores.  Este era de los buenos.

 Volví desesperada a la lectura. Ya la historia estaba contada.  El ultimo capitulo fue una reflexión social y musicológica de lo que aconteció después de su muerte. De cómo cambió la historia de la música y como ha llegado más fuerte que nunca a nuestros días. Así, hiperbólico y mundano.  Al final del concierto, al otro lado de la puerta su joven amigo Schönberg  fue aplaudido por cientos. Cerré el libro con la firme convicción de que estamos presenciando transformaciones históricas de la música ante nuestros ojos (y oídos). Y solo los rancios pesimistas seguirán intentando enterrar el futuro de la música clásica con ellos mismos.  La esencia de nuestra humanidad es imparable, y brota de extremos voraces.  Mahler lo sabía.
Esta mañana  un recuerdo, un libro y un virtuoso, le dieron color a mi fe.
 
 
 

miércoles, 23 de enero de 2013

Bubbles!


 No es que estén llenas de nada, están llenas de tiempo. Medimos el tiempo en longitud, en esa línea recta que termina con el individuo en un vacío infinito... no podemos pesarlo...aunque hay tiempos que pesan más que otros, o por lo menos que deberían...el tiempo se debe pesar en burbujas.
Eso son!  son capsulas de tiempo, de momentos. Engañan fácil, parecen bolas llenas de nada.

Basta mirarlas con atención para ver que tienen una lámina gruesa que conforma sus paredes, y de ellas, bajo la luz del sol, nacen todos los colores del arcoíris. No es el jabón, es el tiempo, son los momentos, son los recuerdos.
No me gustan las burbujas que nacen de una máquina, comprar burbujas es comprar recuerdos. Me gustan las que se hacen por el viento. Las que nacen de almas sopladas o las que se llenan  del alma de la tierra.

Envidio su levedad, como flotan atrapando un pedacito de mundo, como vuelan, como sin remedio se explotan.  Nacen y mueren llenas de pedazos de mundo y colores, tienen sustancia, recogida en una naturaleza material escueta. No es que estén llenas de nada, están llenas de tiempo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Todo está bien y todo funciona bien.

Para Marisol.


Había perdido, había aceptado una derrota. De eso se compone la vida, de ganar y perder, de mantenerse, de volver a comenzar.  En mi vida no avanzo en línea recta, avanzo en elipses. Mi clave está  en comenzar una y otra vez y cuantas veces sea necesario...

Pero esta vez había caído muy hondo dentro de mí. No podía renegar de la vida, había alcanzado muchas cosas, había realizado muchos sueños. Pero, una flecha había atravesado mi talón de Aquiles.

Estábamos en medio de un verano caluroso, llevaba poco más de un mes en Granada, había culminado mi trabajo para el festival... De Falla y Lorca, me atraparon en la seducción de ésta ciudad, su bohemia, mística, pasión...llegó la soledad, y con ella el encuentro conmigo. Estuve varios días sin hablar con nadie, tratando de vencer mis demonios por mí misma, tratando de curar la herida abierta con aires gitanos. Solo leyendo, escuchando música, caminando hasta el Sacromonte.

Volví a Madrid, porque comprendí que no podía dejarme envolver por la melancolía. Regresé al centro de Yoga, como el último recurso para aferrarme a algo, para no dejarme caer.

Ahí estaba ella, con su energía vital, con su humor negro, son su pasión por lo que hace.
-Es difícil pedir ayuda, cuando estás solo, somos orgullosos, no reconocemos cuando estamos mal.-
Aunque se lo confesé. Le dije con sinceridad que algo me había sucedido, que necesitaba las clases de Yoga como nunca antes... No tuve que explicarle más, vi en sus ojos que había vivido lo mismo, respetó mis reservas, y comenzó a darme cada día un poco de su energía y de su conocimiento.

Muchas veces fui al centro de Yoga, solo para escucharla decir: Todo está bien y todo funciona bien. Me lo repetía profundamente, sietes veces siete. Con el paso de los días sentí que salía del túnel, que el dolor del alma que se había vuelto físico se disipaba. Marisol, transformó mi dolor en energía de crecimiento. Salí de la oscuridad, en un par de semanas era YO de nuevo. Había logrado la meta que me había propuesto un par de años antes cuando salí con una maletota de mi casa: desapego y aceptación: de las cosas, de las personas. Aceptación de la realidad, de los golpes de la vida, de las alegrías.
Cada día de trabajo, llenó mi mente, Yoga es una experiencia física, pero al mismo tiempo es una experiencia energética, mental, espiritual.

He entendido que tenía que tocar fondo, que tenía que haber llorado, que tenía que haber experimentado la soledad profunda en las faldas de la Alhambra. El evento que partió e inició la profunda transformación no es importante. Lo importante es que me ayudó a trascender, a olvidar, a perdonar, a reconciliarme conmigo misma. Un alma rota trajo el Yoga a mi vida. ..es un camino que apenas comienza, que espero nunca abandonar.

Gracias Marisol por haberme dedicado tantas horas, tanta atención, tanto trabajo. Cada gota  de sudor, ha servido para curarme, ayudarme a entender, a madurar y a trascender. Nos vemos el próximo año en Madrid! Con profundo agradecimiento, respeto y cariño, Namasté!

















lunes, 19 de noviembre de 2012

De los ínfimos instantes




En un sorbo de té reconocí que era feliz.
Me mecía en la mecedora de la librería. Veía por la ventana, el frío de la calle...los vidrios empañados.
Tomé otro sorbo del Chai, disfruté del calorcito de la tienda, releí los títulos de los libros, le puse otro chorrito de leche... Me mecí de nuevo, tomé su mano- Esto es la felicidad! No pregunté, no sugerí, afirmé. Esa mezcla de alegría infinita, de calma, de plenitud, de profundidad.
- Se parece mucho, verdad? me dijo -No se parece, dije casi molesta, de que dudara así de ese momento que decía tanto dentro de mí. -Es. Besó mi mano casi religiosamente. Cerró lo ojos.- Es, dijo... -Es.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Berlín


-Hay que ir a Berlín! Dijo Isabel, -que tiene más pasión por el mundo de la ópera, que yo por el de las orquestas- Barenboim va a hacer una versión maravillosa en la Staatsopere de Tristán und Isolde... Imperdible! -Pues nos vamos! dijo Esther, que se compró los tiquetes de avión en cuestión de minutos. Yo no sabía, faltaba tiempo, dinero... quería ver la ópera, quería ver a Berlín,pero sobre todo, quería realizar uno de mis sueños.



Después de hacer y deshacer el plan, al rededor de meses, terminamos organizando todo sin Isa, que estuvo sumergida en las tinieblas del mundo académico... terminé diseñando un proyecto, haciendo contactos con el máster, haciendo una investigación, moviendo personas de arriba abajo. Por alguna razón que aún no está muy clara, resulté un día sola en Berlín, sin hablar una palabra de alemán, al punto de no poder pronunciar el nombre de las estaciones de metro...llegué en horas de la madrugada, a buscar un hostal, fui hasta AlexanderPlatz, -seguro tiene que haber algún sitio dónde pueda quedarme cerca a esta plaza. Corrí con buena suerte, y encontré un sitio cómodo, limpio, un recepcionista español con mapas y consejos prácticos. Todo estaba listo, al siguiente día iría al Philarmonie.




Para mis amigos que no sean músicos es difícil de explicar que es la Berliner Philarmoniker, para no hacer el cuento muy extenso, es casi un sitio de peregrinación religiosa.
El primer día que supe de esta orquesta, tenía unos 11 años, y estaba en una especie de clase de apreciación musical. Digo especie, porque no era una clase, éramos unas doscientas personas, sentados/acostados en el piso de una cancha de Baloncesto sin techo. Recuerdo que veía las estrellas perfectamente y el piso estaba tibio, gracias al clima cálido de Medellín.
Habíamos visto un poco de la versión  de los 40´s de Fantasía de Disney, proyectada sobre una de las paredes blancas de la cancha, de unos dos pisos (era un colegio público de la ciudad), con un sonido increíble, un completo cine al aire libre. Y se pronunciaron las palabra mágicas: "Mis queridos chicos, les presento a la filarmónica de Berlín, algún día, hasta a ellos vamos a llegar". Dijo mi querido JuanGui.  Siempre me reía con esos comentarios (muy típicos del él), en mi mundo, en mis posibilidades, en mi cabeza de niña, todas esas ideas sonaban a disparates. Y se hizo la música... recuerdo que dirigía Karajan, y me quedé embelesada, absorta, una de esas tantas veces que me enamoré perdidamente de la música.
De un golpe, salí de ese hermoso recuerdo, había llegado a la estación de metro, del Philarmonie, era la mañana siguiente. Tenía un mapa ya arrugado en la mano, y una carpetica, llena de ideas, recuerdos y sueños. No podía darme el lujo de perderme, me estaban esperando...


Nadie entendía la importancia de este día en mi vida. Ni el señor de la recepción, ni las maravillosas personas con las que tuve reuniones. Me atendieron con gentileza y cortesía, me concentré tanto en el trabajo, que por momentos olvidaba que estaba en la filarmónica de Berlín. Andrea (que hacía las veces de mi anfitriona), me dijo con risa medio pícara: quieres ver la sala vacía? ya terminó el ensayo... La sala que ví en tantos videos..en la que sonaba así la música.- Claro! le dije casi llorando.

Ella fue cómplice de mi emoción. Para ella no era nada del otro mundo, era un auditorio que hacía parte del edificio en el que trabajaba todos los días, donde tocaban músicos que veía y oía todos los días. Sin embargo para mi, era creer en los sueños. Abrió la puerta e ingresamos desde el escenario, prendió las luces como si fuera la sala de la casa. Ahí estaba: Esa sala, esa  imagen de mi niñez, ese sueño: en silencio, vacío, pero lleno, de una energía viva, (como en los templos budistas) Me dijo al oído: -No te preocupes, no me he acostumbrado a verla tampoco.


Estuve 3 días en Berlín Sola, solo con el tiempo suficiente de ir a las reuniones programadas, recoger la información necesaria,  perderme y desperderme por la ciudad.  Finalizando el tercer día llegó Esther, la entusiasta, la que compró el tiquete, la que me animó a recorrer todo el camino.
Nos encontramos en una café en la orilla del río, yo estaba en la última reunión con Cathy Millikian, una mujer con el sentido real de la educación y el entusiasmo por la música y los niños. hablamos de muchas cosas, de todo un poco... del puente que se debe construir hacia La América. Estuvimos unos minutos las 3, nos despedimos, con libros y CD´s  de su autoría, y la promesa de volvernos a encontrar en un lugar del mundo. Me abracé emocionada a Esther, y pisoteé mis palabras tratando de contarle por todo lo que había pasado en esos 3 días. Los encuentros, las ideas, las posibilidades, el philarmonie!
-Ya viste los huecos que hay en la ciudad?. Fue lo primero que me dijo -Qué huecos? le dije yo.
-Los que quedaron de la guerra, lo que aún no se ha reconstruido... Ahí me di cuenta, no había visto nada, llevaba tres días en Berlín, pero realmente 3 días en mi cabeza, viajando del pasado (recuerdos) al futuro (ideas). Igual estaba bien, teníamos unos cuantos días por delante...
El siguiente día, era por fin el día de escuchar a la orquesta... subió  Zubin Mehta al podio, y recordé la primera vez que lo había visto en la vida:  Unos 8 años antes en Florencia, Italia. Estábamos cenando, con la orquesta de guerreros... haciendo bromas.
De repente el restaruante se convirtió en sala de ensayos:  - Rienzi de Wagner! Ya! Ensayo!!- Pero es la 1am!! - No importa!! -Pero no tenemos partituras!!! - De memoria!! ...Ensayamos, y las instrucciones fueron claras y precisas, he aquí lo que yo entendí: "Vamos a tocar un concierto de Heavy Metal, pero, los vamos a sorprender. así que hay que entrar al teatro como Ninjas". Claro como el agua, no?
Entendí que no era un concierto de Heavy Metal, ( sino, para Zubin Mehta) cuando el maestro se volteó sonriente, ante nuestros aplausos y la presencia de 180 personas que habían entrado a su ensayo, sin dejar caer un alfiler. Tocamos para él, en el teatro. Todos temblamos por dentro.
De vuelta a Berlín, lo vi a la cara, y se notaban ya esos 8 años que habían pasado... la orquesta afinó, respiraron todos al mismo tiempo, los escuché... el primer acorde de la octava de Brucker entró en mi corazón y lloré de emoción y de nostalgia. Era el cuarto día, y por fin, los veía y los escuchaba. Entendí que era la primera de muchas veces. Siempre lo difícil es cruzar la frontera por primera vez, una vez al otro lado, puedes entrar y salir cuantas veces quieras. Le di gracias a Dios, a las personas que me encuentro en el camino. Escuché atentamente, entré en estado de escucha activa y meditación.
Recordé a mi gran amigo, que había partido de este mundo unos meses antes. Era un sueño compartido estar en esa sala, escuchar esa orquesta...sentí nostalgia de que su vida su hubiera extinto tan pronto, y no hubiera podido hacerlo. Sin embargo, sentí la presencia y compañía de quienes vivirán por siempre en nuestros recuerdos, en el amor, en la música.


El resto de Berlín se los cuento después, el encuentro con la guerra, con el museo del holocausto, el muro... con una de las ciudades más maravillosas de mundo y la hospitalidad alemana. Finalmente no fui a la ópera... el destino había previsto algo distinto.
A Berlín volveremos otras veces, tenemos mucha tinta en el tintero. ;)




















martes, 16 de octubre de 2012

Del infinito derecho a caminar distraídos.





Amo ir en bici! No hay que poner combustible, no hay que buscar parqueadero, no hay que amontonarse en el estruje del transporte público, no hay que comprar pasajes o abonos de transporte, es gratis, haces ejercicio, llegas más rápido que en metro!
Tiene todas las ventajas! el problema es que la mayoría de las ciudades del mundo no están diseñadas ni se han adaptado al uso de bicicletas como medio habitual de transporte, más que como mera actividad lúdica de domingo.
Y aunque en Madrid se ha hecho un gran esfuerzo y hay algunas rutas de bicicleta, lo cierto es que tengo que ir tranquila pedaleando y con la atención de una mosca, pues ya me han gritado, que me tire al carril del bus, me han tirado un bus! Me han gritado que no puedo estar en la acera, me han gritado que me suba a la acera... en fin, no hay un carril específico, y por más que quieras cumplir todas las normas de tránsito, principalmente no hay una cultura de respeto al ciclista y de la valoración a la aportación del desarrollo sostenible de la bici como medio de transporte. No se impulsa suficiente, no se deja a las personas probar sus grandes ventajas... será miedo  a que perdamos la dependencia a los vehículos en los trayectos cortos del día a día... como cuándo en Colombia se acabó la infraestructura ferroviaria para impulsar la venta del caucho y las llantas de goma??...  ese es otro tema.
Yendo en bici tengo que prestar mucha atención, de todo lo que y de quienes me rodean, al igual que cuando conducía... No puedo entrar en los grandes espacios de reflexión filosófica que son las ventanas de los buses o del metro, cuando confías en que otro, te llevará sano y salvo a tu destino.
Cuando tú estás llevando tu camino, (en la vida mundana y trascendental) debes estar absolutamente atento en la vía. Pero hay un caso excepcional: al principio me molesté muchísimo al ver a  los peatones distraídos...pero, en qué carajos está pensando esta gente!!
Luego noté que era un patrón... que yo misma solía caminar como una autómata, mirando la ciudad, pensando en cosas muy profundas, o simplemente en qué tenía que comprar en el supermercado.
Pocas veces puedo hacerlo, pero me gusta sentarme en una banca, a ver pasar la gente caminando, sumergida en su mar de pensamientos. Me gusta imaginarme, historias, especialmente de los que se ríen solos, y también de los que discuten con sigo mismos. Hay caras de preocupación y alegría, y otras completamente absortas e ilegibles, de los que he asumido pueden estar cantando una canción en su cabeza, o tratando de recordar las capitales del mundo.
Me gusta de vez en cuando preguntarle a mis amigos: En qué pensás? para que siempre me respondan: Nada. Es un proceso, siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta. Me gusta los que se aventuran y me dicen en qué están pensando realmente.
Ver a las personas en las grandes calles caminando en piloto automático: desarrollando el discurso de una declaración de amor, una renuncia a un trabajo, una exposición, recordando el noticiero, recordando a alguien querido: y si hubiera dicho, y si hubiera hecho... no tiene precio.
Ya no me molesto, comprendí que es uno de esos derechos que ningún gobierno nos puede quitar nunca, y que hace parte también de nuestra humanidad, no importa que tenga que poner extra atención en la bici, tenemos un derecho infinito a caminar distraídos. Eso sí, nunca olvidar  mirar a ambos lados antes de cruzar una calle, una cosa es absortos y otra suicidas.